Centros de Producción TV

La ingesta, que es la puerta de entrada del contenido, permite que todo el material que se desea utilizar esté disponible para el trabajo compartido en el centro de producción. Los tipos de contenidos más comunes, tanto de directo como grabados, son: noticias, intercambios, feeds de agencias de prensa, películas, series, etc.

El material bruto que se ingesta se utiliza para crear piezas de contenido audiovisual.

Los materiales finales ya editados y finalizados son utilizados para la emisión y archivo.

La ingesta central se suele dar en una sala del centro de producción, desde donde se inyectan contenidos al sistema central de forma masiva.

La ingesta denominada deslocalizada es la entrada remota que se lleva a cabo desde los puestos de periodista o edición, así como desde delegaciones, web o sitios remotos mediante conexión de datos.

El control central es el área donde se reciben y distribuyen las señales en banda base que entran y salen del centro de producción. En algunos casos el área de control central se fusiona con el área de ingesta central ya que comparten parte del núcleo o core del trabajo diario.

En el caso de grandes centros de producción, estas son áreas separadas pero interconectadas que realizan las tareas de control de calidad de las señales de audio y vídeo que entran y salen de un CPP.

En los estudios o platós se genera la acción de un programa o contenido que se puede emitir en directo o grabar para su posterior edición. Los estudios pueden ser reales o virtuales.

La mezcla de las señales en tiempo real se produce en el control de realización, que está compuesto por la parte de mezcla de audio, control de cámaras, grafismo, señales de vídeo, control de la iluminación y la mezcla de las señales tanto de cámaras como de señales externas. Todo ello se realiza y mezcla para dar como resultado un contenido audiovisual.

Un PAM es un sistema de gestión de ficheros de media (asset) para la producción audiovisual.

Actualmente, los sistemas PAM son sistemas no lineales digitales que están formados por una base de datos y un almacenamiento compartido sobre los que actúan todos los clientes de edición y producción de la televisión.

Un PAM, básicamente, está compuesto por ingesta, edición no lineal, sistema de texto y emisión en estudio. Todo ello en un entorno de almacenamiento compartido e interconectado con el resto de áreas de una televisión como pueden ser el archivo (Media Asset Management o MAM), la emisión en continuidad (Play Out) y el intercambio de señales con terceros.

Toda señal, producida, editada y finalizada o en directo, pasa por una sala de control final previa a su transmisión que es el Play Out o sala de continuidad. Aquí se realizan controles de la señal, del contenido y de la calidad previa a su emisión. Normalmente desde aquí se emiten los bloques de publicidad, las promociones y los contenidos enlatados que previamente se han preparado en el CPP. Esta área utiliza sistemas de automatización con vídeo servidores para conseguir la mejor calidad y eficiencia posibles. Cualquier sistema de continuidad debe estar perfectamente integrado con el PAM y el MAM.

Según su localización existen diferentes sistemas de emisión y play out de continuidad, que pueden ser on premise o en cloud.

El último paso del flujo de trabajo en un centro de producción es la transmisión. Este paso permite que la señal producida llegue al espectador. Dependiendo del canal, existen diversos modos de transmisión: TDT en el caso de los canales lineales tradicionales de señal abierta; transmisión por cable y por satélite para suscriptores o señales internacionales; y plataformas OTT para consumo global.